Slow Living II. El caracol sale de su concha.

Nada como un desayuno tranquilo bajo los árboles de una terraza del parque. Eso era disfrutar de la vida. Olvidarse del estrés y del reloj para disfrutar del momento, degustarlo y paladearlo. Esa nueva etapa había llegado en el mejor momento. Tener tiempo para leer, escribir y pasar todas las tardes en el parque con el peque, era algo que no tenía precio. Vivir para vivir, sencillamente.

2011, Casa Castillo Museo Abadie.

👀
Un paseo cada mañana hasta aquel acogedor rincón bajo árboles centenarios, sentarse un buen rato frente a una taza de café y dejarse acariciar por el sol de la mañana que se asomaba tímido entre las ramas de los árboles. Disfrutar de la tranquilidad acompañada por los pájaros desperezándose. La mejor forma de saludar al día y comenzar la jornada con el mejor de los humores. Después un paseo largo. Que más se le puede pedir a la vida que vivirla en paz y harmonía.
Sin preocupaciones ni reuniones ni llamadas urgentes que hacer.


Corte esquemático de un motor de combustión radial.

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Simplemente fluir con el transcurso del día. Sentirse ligero y en paz con uno mismo. Sería eso el slow living del que hablan algunos. Solo sé que era vivir no bien sino muy bien.

La cosa es que si realmente somos capaces de desconectar del multi tasking diario, logramos el mismo estado de paz a raticos, para recargar las pilas y a lo mejor no nos hace falta vivir tan a cámara lenta.

Con esta reflexión me despido hasta próximas entradas tras la Semana Santa. Y tras los puentes en los que a algunos nos gusta comer caracoles, por San Prudencio el Santo meón, mientras al resto toca meter papeletas en sobres y rellenar hojas naranjas con cruces.

Por favor, ya que estamos de reflexiones, desconectad un poco de la desinformación de campaña electoral y valoradlos por lo que hacen y han hecho o de las que se han librado de chiripa ante la justicia, más que por lo que nos prometen, quieren prometer y o pretendidamente demostrar en cuanto se asoman las urnas por el horizonte.

👋Un saludo,

Aran

¿Qué hay de cierto en lo que lees y ves? A vueltas con las comparativas

De todos es sabido ya, que unos medios exageran lo que otros encogen por razones más o menos opacas de ideología o afiliación bancaria. Una servidora, que es muy torpe, tiene la costumbre, mala según algunos, de contrastar puntos de vista según cultura, mentalidad e idioma. Obviamente leyendo la prensa en el idioma de origen, tras haber tenido en cuenta que en la prensa «guiri» también existen tendencias de opinión en un sentido u otro.

Con las gafas críticas puestas sobre un tema en concreto, al cabo de un rato llega la mendas de arriba a la conclusión de que en algún punto intermedio, quizá haya un atisbo de verdad, eso si no es un bulo maquiavélico montado premeditadamente con fines X (esos que sólo deben salir a la luz en el momento oportuno). Si es que al final, por deformación profesional, se pueden reconocer fácilmente incluso en las traducciones más o menos certeras de determinadas líneas editoriales. Quedan claras y cristalinas las intenciones que había de trasfondo, lo que no queda tan claro después de ese momento crítico de la publicación (para quienes fraguan las intrigas) es la reacción, reconocida o no oficialmente, de la masa tonta y aborregada a la que se quería convencer y hacer tragar con ruedas de molino. ¡Ta chan¡ Empieza la avalancha de reacciones encontradas acusándose mutuamente las partes de intenciones ocultas, maquinaciones y complots rarísimos que parecen sacados de guiones estadounidenses de serie B.

Espera. ¿Qué connotación rara le ha quedado a la palabra «Propaganda» en alemán según lo ven los alemanes? Les suena a Nazismo. A esa y a otros tantos términos usados y abusados en el pasado aunque luego se olvide el porqué (sí, junto y con acento) para dejar esa tarea a los ratones de biblioteca. ¿Qué sensación tienen ahora los jóvenes cuando ven las imágenes del NO-DO http://www.rtve.es/filmoteca/no-do/? Chavales que eso era lo que ponían en el cine antes de la peli de turno y no había ni un resquicio en la imaginación de aquellos jóvenes sobre lo que los futuros cachivaches electrónicos para «entretenerse» podrían llegar a hacer. ¿Por qué se doblaban y censuraban las películas y algunos se escapaban a Francia para verlas? Pero si se escapaban hasta para comprar unos pantalones vaqueros o sin billete de vuelta por la inflación que provocaba el estraperlo o por que unos señores grises los seguían demasiado cerca, eso si no les pillaban otras fatalidades por casualidad sin haber querido tomar parte en nada raro, o aun siendo así porque era en lo que creían.

Para quienes hayan conseguido llegar hasta la palabra 433 (más o menos) según Word. ¡Enhorabuena! Voy llegando al grano curioso que ha levantado mi perspicacia. Ahí os dejo el artículo completo original, de Antonio Romero, viejo según lo que predica la era de internet. SÍ, a posta:

http://www.comparativadebancos.com/rescatemos-espana-despidiendo-350-000-politicos/ o http://ow.ly/kfmoB

Anda que no levanta ampollas decir, digo escribir, algo así. Los unos dicen que las cifras de políticos están infladas para que queden más monos los gráficos y cifras de la infografía. Los otros no se enteran de la proporción porque desconocen que la población alemana duplica más o menos a la española ¡Cómo es posible pero si España es de mayor tamaño que Alemania¡ Tu pregúntale a un estadounidense que siente en hora punta de tráfico en una capital de provincia o subiendo un puerto por una carretera comarcal de montaña de las que no se han podido ensanchar con carril de subida. Se acongojará, para ser “fisnos”, porque según su sentido visual de la proporción, los coches no pueden caber por ahí, conduciendo en ambos sentidos, pues sí caben caballero, lo crea o no. Otra cosa es que los “trailers” de gran tonelaje aprobados por la ITV de turno al otro lado del charco, no quepan por estos lares y no digamos el cristo que hay que montar para los transportes “oversize(d)” por determinadas rutas.

Alguien le comenta a la pedorra autora de estas líneas que es una pena que no se pueda compartir la infografía en el “feisbus” para el público alemán. Claro, es que el tema sobrepasa el tamaño de pantalla del cacharro táctil o presunta copia en litigios internacionales por vulnerar los presuntos derechos de patente. Es que el artículo sólo está en castellano moderno el S. XXI o “localized spanish”. No queda otra que arremangarse y trastear, como buenamente se deje, con la dichosa infografía.

despidiendo350000-politicosCorr

SÍ, a posta. Para que quede en “cutre bilingüe” desde el punto de vista gráfico y aunque contravenga las normas básicas de la maquetación. Y ahora vas y le das al traductor automático para entenderlo en tu idioma, a ver en que se queda la posible interpretación. No la de hablar, sino la mental. Fluyen y evolucionan las lenguas a cuenta de tales errores. Se trata de un ejemplo ilustrativo al tiempo que provocador para remover un poco esas «neuronicas» que quedan flotando por ahí. Que las sinapsis del cerebro se asemejan a las del mundialmente conocido “internes”.

Luego lo tuiteas, tengo curiosidad por saber en cuantos caracteres se deja resumir, arrobas y almohadillas aparte. Finalmente me dices que no lo entiendes. Te replico con un refrán popular en “localized spanish”: “A buen entendedor pocas palabras bastan”.

Moraleja: A veces es mejor no liarse la manta a la cabeza, ponerse a explicar cosas raras porque el interlocutor no está entendiendo ni J y ha desconectado (en todos los sentidos) antes de llegar a los 140 caracteres, así que no digamos pasadas las 908 palabricas. Como tan sólo lo entienden los de mi pueblo digo ¿Pues?

¡Ale a seguir coleccionando “palabros” de internet! Y evitar peregrinaciones a Hacienda.

908 por el pompis te la «entocho»: Esta se la dedico a quienes siguieren (No quise decir sugieren. Sí, con e después de la r, se llama(ba) futuro de subjuntivo simple) siendo creyentes.

«Lo bueno si breve, dos veces bueno»

P.D.: Las palabras más frecuentes, no son las que necesariamente encajan en un contexto. Que sacar las palabras de contexto esté de moda, no implica necesariamente que esto sea lo correcto en dicho contexto. Por no hablar de estirar los sinónimos hacia el infinito y más allá (que no halla, haya, ni  «aya». ¡Qué puñetas existen las 4! Y además hay otra con H mayúscula que suele aparecer en la documentación oficial internacional y está en los Países Bajos). Entre 1.128 y 1.139 palabras, ahora vas y le dices a un «mindungui» cualquiera que te lo traduzca al inglés o al alemán por unos 80 Euros Máx. Si no, siempre nos quedará el traductor de Google (marcar, copiar y pegar este texto, en sólo x clics). Salen 1.012 palabras en Inglés y 1.010 en alemám o algo no cuadra, o de nuevo los alemanes son más austeros también en el uso de las palabras. :-p

El mal uso de / The misuse of / Die Missbrauch von of «Google Traductor»

Hace poco alguien cercano a mi me preguntó si utilizaba el “Google Traductor” para trabajar, no pude reprimir una sonrisa, pero callé mi respuesta por no lanzarme a un monólogo ininteligible sobre traducción y tecnología. Como traductora utilizo otro tipo de herramientas más precisas y avanzadas que una mera herramienta gratuita que, si bien permite comprender más o menos de que va un texto en otro idioma, está muy lejos de ser capaz de traducir con precisión y coherencia a otro idioma que no conocemos, para eso están los profesionales de la traducción que se dedican a diario a redactar con estilo y corrección en dicho idioma, generalmente siempre el materno.

Hoy he dado con una respuesta sencilla carente de verborrea técnica a por qué no utilizo el “google traductor”, un ejemplo ilustrativo de lo que puede ocurrir y ocurre si se toma al pie de la letra una traducción automática de la citada herramienta online:

Texto Original:El aula XXX es un vivero en el que se desarrollan no sólo nuevas…

Traducciones de “Google Traductor:
– al inglés: “The XXX is a nursery classroom in which not only develop new…
Pero lo que realmente dice esa traducción es
”El XXX es una clase de guardería en la que no sólo se desarrollan nuevas…

– al alemán: „Die XXX ist ein Kindergarten Klassenzimmer, in dem nicht nur die Entwicklung neuer…“
Pero lo que realmente dice esa traducción es
La XXX es un aula de guardería, en la que no sólo el desarrollo de nuevas…

¡Atención!En un momento tenemos mensajes totalmente diferentes entre sí, en lugar de una traducción que se mantenga fiel al original en sentido, significado, coherencia y contenido.

¿Realmente estaríais dispuestos a publicar cualquiera de estas traducciones automáticas?

Podéis reproducir el efecto de una manera muy simple, después de haber traducido de un idioma a otro, copiad el texto traducido en la izquierda y dadle a traducir de nuevo al idioma de origen, veréis unas tergiversaciones de mensaje fascinantes, más que las traducciones mágicas que creéis que realiza la susodicha herramienta.

Soy partidaria de utilizar herramientas de traducción asistida, apoyadas en memorias de traducción específicas pero usadas con la cabeza y la «pluma» de un traductor profesional.