Yanis Varoufakis, Charla TED: Capitalism will eat democracy — unless we speak up

Un poco cansada de tanto juego de mayorías, y en vista de la falta de resolutividad que estoy detectando en esta situación política en la que nos encontramos; cuando he tropezado con esta Charla TED de Yanis Varoufakis no he podido resistir la tentación de verla. Se sea de izquierdas o de derechas, cosa que consideró ya hace tiempo algo imposible por haber quedado obsoletas ambas, antes  de poder criticar a algo o alguien es necesario escucharle con atención .

Para amarle o para odiarle, merece la pena dedicar un rato a este vídeo, al menos plantea argumentos y opiniones rompedoras sobre la relación entre la política y el capital, que nos pueden ayudar a reflexionar sobre nuestra postura respecto a la política actual.

Yanis Varoufakis, Vídeo TED

Charla TED: «Capitalism will eat democracy — unless we speak up».

De paso con un tema tan controvertido como este, practicarás un poco de inglés, idioma en el que está el vídeo y los subtítulos.

 

Y ahora, después de verlo: ¿Qué piensas al respecto?

Slow Living

En este mundo virtual actual instantáneo, no son pocas las ocasiones en las que los acontecimientos de nuestro entorno parecen ir tan deprisa, que sentimos un dejavù constante, como si fuéramos persiguiendo el momento y al creer llegar al mismo, este se nos escapara, como un puñado de agua entre unas manos temblorosas.

Nos estresan y acosan todos los avisos, mensajes, llamadas y alarmas en definitiva, que nos apartan del momento presente, cual acosadores ladrones del instante provenientes del pasado y del futuro. Algunas personas hemos comenzado a practicar una nueva forma de tomarse la vida con más calma practicando el Slow Living, algo así como una forma de retomar la consciencia del momento presente haciendo las cosas más despacio para poder así saborearlas y disfrutarlas en toda su magnitud.

Ciertamente se trata de un contraste frente a la tendencia general que incita a estar ocupado constantemente de varias actividades de forma simultánea. Ese supuesto multi-tasking nos convierte en neuronas con demasiadas sinapsis sueltas, que no terminan de enlazar con otras y se dispersan en forma de bloqueos, despistes y estrés crónico.

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Tomar por costumbre la practica diaria de Slow Living, ayuda sin esfuerzo a que esas sinapsis se reconecten a sus pares y a que los pensamientos fluyan por si solos de manera subconsciente a los objetivos y metas que uno se proponga.
Por eso, de vez en cuando, necesitamos unas vacaciones para desconectar de todo y descansar. Un alto en el camino que nos haga retomar, replanificar y repensar todo para definir la nueva ruta. Unas vacaciones sin Internet, sin obligaciones, sin prejuicios, que nos abran la mente y derriben la barrera entre nuestro subconsciente y nuestro yo consciente para equilibrarlos suavemente sin bandazos, ni presiones, ni sugestiones de quienes creyeron anticiparse a nuestro devenir humano.

También dejar que nuestro reloj se derrita durante un periodo de tiempo cada día, nos devuelve con mayor fuerza al instante y al carpe diem, sin esa sensación de estar persiguiendo el futuro o de que nuestro pasado nos persigue para atarnos a la desdicha de la impaciencia. La calma queda restaurada y el estrés se diluye como una aspirina efervescente en ese agua que al principio parecía escurrrirse entre nuestros dedos.

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¿Qué hay de cierto en lo que lees y ves? A vueltas con las comparativas

De todos es sabido ya, que unos medios exageran lo que otros encogen por razones más o menos opacas de ideología o afiliación bancaria. Una servidora, que es muy torpe, tiene la costumbre, mala según algunos, de contrastar puntos de vista según cultura, mentalidad e idioma. Obviamente leyendo la prensa en el idioma de origen, tras haber tenido en cuenta que en la prensa «guiri» también existen tendencias de opinión en un sentido u otro.

Con las gafas críticas puestas sobre un tema en concreto, al cabo de un rato llega la mendas de arriba a la conclusión de que en algún punto intermedio, quizá haya un atisbo de verdad, eso si no es un bulo maquiavélico montado premeditadamente con fines X (esos que sólo deben salir a la luz en el momento oportuno). Si es que al final, por deformación profesional, se pueden reconocer fácilmente incluso en las traducciones más o menos certeras de determinadas líneas editoriales. Quedan claras y cristalinas las intenciones que había de trasfondo, lo que no queda tan claro después de ese momento crítico de la publicación (para quienes fraguan las intrigas) es la reacción, reconocida o no oficialmente, de la masa tonta y aborregada a la que se quería convencer y hacer tragar con ruedas de molino. ¡Ta chan¡ Empieza la avalancha de reacciones encontradas acusándose mutuamente las partes de intenciones ocultas, maquinaciones y complots rarísimos que parecen sacados de guiones estadounidenses de serie B.

Espera. ¿Qué connotación rara le ha quedado a la palabra «Propaganda» en alemán según lo ven los alemanes? Les suena a Nazismo. A esa y a otros tantos términos usados y abusados en el pasado aunque luego se olvide el porqué (sí, junto y con acento) para dejar esa tarea a los ratones de biblioteca. ¿Qué sensación tienen ahora los jóvenes cuando ven las imágenes del NO-DO http://www.rtve.es/filmoteca/no-do/? Chavales que eso era lo que ponían en el cine antes de la peli de turno y no había ni un resquicio en la imaginación de aquellos jóvenes sobre lo que los futuros cachivaches electrónicos para «entretenerse» podrían llegar a hacer. ¿Por qué se doblaban y censuraban las películas y algunos se escapaban a Francia para verlas? Pero si se escapaban hasta para comprar unos pantalones vaqueros o sin billete de vuelta por la inflación que provocaba el estraperlo o por que unos señores grises los seguían demasiado cerca, eso si no les pillaban otras fatalidades por casualidad sin haber querido tomar parte en nada raro, o aun siendo así porque era en lo que creían.

Para quienes hayan conseguido llegar hasta la palabra 433 (más o menos) según Word. ¡Enhorabuena! Voy llegando al grano curioso que ha levantado mi perspicacia. Ahí os dejo el artículo completo original, de Antonio Romero, viejo según lo que predica la era de internet. SÍ, a posta:

http://www.comparativadebancos.com/rescatemos-espana-despidiendo-350-000-politicos/ o http://ow.ly/kfmoB

Anda que no levanta ampollas decir, digo escribir, algo así. Los unos dicen que las cifras de políticos están infladas para que queden más monos los gráficos y cifras de la infografía. Los otros no se enteran de la proporción porque desconocen que la población alemana duplica más o menos a la española ¡Cómo es posible pero si España es de mayor tamaño que Alemania¡ Tu pregúntale a un estadounidense que siente en hora punta de tráfico en una capital de provincia o subiendo un puerto por una carretera comarcal de montaña de las que no se han podido ensanchar con carril de subida. Se acongojará, para ser “fisnos”, porque según su sentido visual de la proporción, los coches no pueden caber por ahí, conduciendo en ambos sentidos, pues sí caben caballero, lo crea o no. Otra cosa es que los “trailers” de gran tonelaje aprobados por la ITV de turno al otro lado del charco, no quepan por estos lares y no digamos el cristo que hay que montar para los transportes “oversize(d)” por determinadas rutas.

Alguien le comenta a la pedorra autora de estas líneas que es una pena que no se pueda compartir la infografía en el “feisbus” para el público alemán. Claro, es que el tema sobrepasa el tamaño de pantalla del cacharro táctil o presunta copia en litigios internacionales por vulnerar los presuntos derechos de patente. Es que el artículo sólo está en castellano moderno el S. XXI o “localized spanish”. No queda otra que arremangarse y trastear, como buenamente se deje, con la dichosa infografía.

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SÍ, a posta. Para que quede en “cutre bilingüe” desde el punto de vista gráfico y aunque contravenga las normas básicas de la maquetación. Y ahora vas y le das al traductor automático para entenderlo en tu idioma, a ver en que se queda la posible interpretación. No la de hablar, sino la mental. Fluyen y evolucionan las lenguas a cuenta de tales errores. Se trata de un ejemplo ilustrativo al tiempo que provocador para remover un poco esas «neuronicas» que quedan flotando por ahí. Que las sinapsis del cerebro se asemejan a las del mundialmente conocido “internes”.

Luego lo tuiteas, tengo curiosidad por saber en cuantos caracteres se deja resumir, arrobas y almohadillas aparte. Finalmente me dices que no lo entiendes. Te replico con un refrán popular en “localized spanish”: “A buen entendedor pocas palabras bastan”.

Moraleja: A veces es mejor no liarse la manta a la cabeza, ponerse a explicar cosas raras porque el interlocutor no está entendiendo ni J y ha desconectado (en todos los sentidos) antes de llegar a los 140 caracteres, así que no digamos pasadas las 908 palabricas. Como tan sólo lo entienden los de mi pueblo digo ¿Pues?

¡Ale a seguir coleccionando “palabros” de internet! Y evitar peregrinaciones a Hacienda.

908 por el pompis te la «entocho»: Esta se la dedico a quienes siguieren (No quise decir sugieren. Sí, con e después de la r, se llama(ba) futuro de subjuntivo simple) siendo creyentes.

«Lo bueno si breve, dos veces bueno»

P.D.: Las palabras más frecuentes, no son las que necesariamente encajan en un contexto. Que sacar las palabras de contexto esté de moda, no implica necesariamente que esto sea lo correcto en dicho contexto. Por no hablar de estirar los sinónimos hacia el infinito y más allá (que no halla, haya, ni  «aya». ¡Qué puñetas existen las 4! Y además hay otra con H mayúscula que suele aparecer en la documentación oficial internacional y está en los Países Bajos). Entre 1.128 y 1.139 palabras, ahora vas y le dices a un «mindungui» cualquiera que te lo traduzca al inglés o al alemán por unos 80 Euros Máx. Si no, siempre nos quedará el traductor de Google (marcar, copiar y pegar este texto, en sólo x clics). Salen 1.012 palabras en Inglés y 1.010 en alemám o algo no cuadra, o de nuevo los alemanes son más austeros también en el uso de las palabras. :-p