Un cuento para pensar ¿Qué eliges?

Mientras están aparcados otros temas y proyectos. Ya es hora de desempolvar el blog tras estos años de abandono, esta vez por una buena causa dejo los palabros y textos complicados en pickinglis y sprejedeutsch para regresar al lenguaje sencillo y llano; sí, sí, a ese medio castellano, medio navarro-aragonés. O si lo preferís el que usamos con nuestros hijos, que la lengua sólo es un medio, o el que deberíamos usar; que a veces no es tan fácil como parece transmitir mensajes a nuestros receptores más queridos e immediatos.

Entre otras lecturas variadas y diversas, hace no mucho tropecé con un libro de cuentos para niños, quizá nos valga todavía también a algún adulto para reflexionar, eso tan difícil que algunos llaman pensar y otros más modernos meditar. Se titula como no «Cuentos para pensar», con un montón de historias cortas que se pueden saborear a poquitos cada noche con el pequeño de turno o que podemos leer los mayores durante un atracón de cuentos, porque como somos mayores y ya sabemos leer rápido… Que cada cual elija y disfrute a su manera siempre y cuando no se indigeste y tenga claro qué mensaje quiere transmitir. Ahí os dejo este, con permiso del autor para vosotros con mucho cariño y amor.

«¿Qué eliges?

Había un hombre del que se decía que podía adivinar cualquier cosa. De hecho, eran muchos los que se acercaban cada día a él para preguntarle por los más diversos temas. Una mañana, el hijo del rey, sintiendo envidia de aquel hombre quiso dejarle en evidencia delante de todos. Su idea era coger un pequeño pájaro, esconderlo entre sus manos y preguntarle qué traía. Si adivinaba que era un pájaro, entonces le preguntaría si estaba vivo o muerto. Si decía que estaba muerto, lo dejaría volar; y si decía que estaba vivo, entonces le apretaría el cuello con sus manos y lo mataría.

-¡Sabio! -le gritó delante de todo el mundo-, se dice que eres capaz de adivinar cualquier cosa, veamos si puedes averiguar lo que tengo entre mi manos.

Se hizo el silencio y el sabio, sin dudar, dijo:

-Entre tus manos tienes un pájaro. -Muy bien, pero ¿ese pájaro está muerto o está vivo?

Se hizo de nuevo el silencio.

-Principe, el destino de ese pájaro está en tus manos.

Todos aplaudieron al sabio, pues se dieron cuenta de la trampa que le había intentado tender el príncipe. Este se fue de allí totalmente avergonzado y con la intención de contarle a su padre lo sucedido.

El rey, al conocer que el sabio había puesto en ridículo a su hijo, lo mandó encerrar. Tenía intención de ejecutarlo, pero sus consejeros le dijeron que eso podía generar una revolución, pues la gente no lo entendería, a no ser que demostrara que el sabio, en realidad, era un impostor. Por eso le tendieron una trampa: pensaron en darle a elegir entre dos papeles. Si sacaba el de inocente se salvaría, pero si sacaba el de culpable se demostraría que era un embustero y merecía morir. El truco estaba en que en ambos papeles ponía lo mismo: culpable.

Llegó el día y, ante todo su pueblo, el rey dijo:

-Sabio, voy a darte a elegir entre dos papeles, en uno pone inocente y en el otro culpable, si realmente eres un adivino, sabrás cuál coger para salvar tu vida.

El rey dejó los dos papeles sobre una mesa y el sabio estuvo pensando durante unos minutos. Pero, de pronto, cogió uno de ellos, se lo metió a la boca y se lo tragó.

Ante el asombro de todos, el rey gritó:

-¡Pero qué has hecho, estúpido! Ahora no sabremos qué papel habías elegido.

-Sí, claro que sí, simplemente mirad lo que pone en el que aún está sobre la mesa y sabréis cuál he elegido.»

Espero que os haya gustado tanto como a mi, ya sabéis dónde está la librería de turno, o como comprarlo por el portal favorito que queráis o si no abajo tenéis su página para pedírselo a él directamente.

www.eloymoreno.com

Muchas gracias Eloy por permitirme publicar este fragmento de tu libro

«Cuentos para pensar»

Hasta otra entrada chic@s.

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